Información
El seguro industrial es una protección diseñada tanto para empresas grandes como para la pequeña y mediana empresa (PYMEs) que garantiza tu tranquilidad ante determinados imprevistos. Una protección imprescindible no sólo para mantener la continuidad de tu negocio sino para potenciar su crecimiento.
Ventajas del seguro de responsabilidad civil para empresas

Un seguro ampliable para adaptarse a tus necesidades. Puedes añadir diferentes coberturas a tu póliza de manera completamente personalizada.

Asesoramiento especializado. Tienes a tu disposición un equipo de expertos para orientarte.

Cobertura de responsabilidad civil. Te respalda ante los daños que puedas ocasionar en otras personas.

Dirigido a empresas en cualquier sector de actividad. Es posible contratarlo con independencia de los productos que vendas o el servicio que ofrezcas.

Amplia experiencia asegurando empresas. Nuestra compañía es líder en seguros de empresa.

Daños propios en tu nave o local. Cubre los desperfectos ocasionados por causas diversas contempladas en la póliza.
¿En qué consiste este seguro?
El seguro industrial se adapta con facilidad a multitud de empresas diferentes. Si lo contratas, accederás a una serie de garantías básicas totalmente imprescindibles para cualquier negocio. Puedes asegurar bienes de la empresa como el local donde desarrollas tu actividad, el mobiliario, las existencias, la maquinaria e incluso vehículos en reposo.
La póliza de este seguro se compone de una serie de coberturas que protegen a todos los elementos mencionados.
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Incendio, explosión o caída de rayo.
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Daños por agua, incluyendo la localización y reparación de averías.
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Rotura de cristales, loza sanitaria, mármoles y otros elementos.
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Averías en equipos electrónicos y de maquinaria, cubriendo los gastos de la reparación por alteraciones en la corriente eléctrica o cortocircuitos.
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Derrame de líquidos. El seguro te indemniza por el valor de los líquidos derramados como gasolina o gasoil, por ejemplo.
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Bienes refrigerados. En caso de que se estropeen por avería de la cámara frigorífica o por corte de luz, te indemniza con el valor de las existencias refrigeradas.
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Gastos de extinción.
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Gastos de desescombro y demolición.
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Pérdida de alquileres.
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Desalojamiento forzoso.
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Gastos de vigilante jurado.
Un seguro personalizado a la medida de tu empresa
Si contratas un seguro industrial, puedes elegir entre diferentes garantías opcionales para contar con una póliza aún más completa. Estas son solo algunas de las más interesantes:
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Pérdida de beneficios. El seguro te cubre la pérdida de beneficios en caso de tener que cerrar tu negocio durante un periodo de tiempo determinado por un siniestro contemplado en la póliza.
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Bienes temporalmente desplazados. Tienes cubierto el alquiler de un almacén provisional si fuera necesario en caso de siniestro.
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Obtención de permisos y/o licencias. El seguro se hace cargo de la tramitación correspondiente.
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Honorarios de profesionales externos. Recibirás una indemnización por los servicios prestados por profesionales ajenos a tu empresa, como un abogado.
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Robo y expoliación. Puedes añadir la garantía de robo y expoliación para garantizar los bienes de tu empresa si se diera esta circunstancia. Incluyendo los daños por entrada forzosa al local de la empresa.
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Reposición de maquinaria y dispositivos electrónicos. El seguro se hace cargo de aprovisionarte con la maquinaria que se haya estropeado en un accidente contemplado en la póliza.
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Reposición de archivos. En caso de perder documentos a consecuencia de un incendio o de un error informático, por ejemplo.
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Responsabilidad civil. El seguro te respalda con asistencia jurídica si causas daños a terceros, ya se trate de clientes u otras personas totalmente ajenas. Se hará cargo de los gastos correspondientes a los daños que haya ocasionado tu empresa.
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Rotura de cristales y rótulos. Si se rompe una ventana, el cristal de la mesa, el rótulo de la entrada o cualquier otro elemento de similares características, el seguro se encarga de su reparación o reposición, independientemente del motivo de la rotura.
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Actos vandálicos. En caso de que el local sufriera daños como resultado de actos malintencionados realizados por terceros.
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Fenómenos atmosféricos. Si se sufrieran desperfectos a causa de inclemencias meteorológicas como la lluvia fuerte, la nieve, el pedrisco o las inundaciones.